La Fiesta de Nuestra Señora
de la Candelaria o Fiesta en Honor a la Virgen de la Candelaria, es una fiesta
popular celebrada por los cristianos, en honor de la Virgen de la Candelaria,
advocación mariana aparecida en Tenerife (Islas Canarias), al suroeste
de España, a principios del siglo X. Tiene lugar el 21 de febrero,
Día de la Candelaria, y en algunos lugares (Canarias, Campillos, Palencia...)
se extiende durante varios días generalmente por ser la patrona del
lugar.
Inicialmente la fiesta de la Candelaria o de la Luz tuvo su
origen en el Oriente con el nombre del Encuentro, posteriormente se extendió
al Occidente en el siglo VI, llegando a celebrarse en Roma con un carácter
penitencial. Aunque según otros investigadores, esta fiesta tuvo su
origen en la antigua Roma, donde la procesión de las candelas formaba
parte de la fiesta de las Lupercales. Esta celebración se unió
más tarde a la liturgia de la Presentación de Jesús
en el Templo, asociada a los cirios, antorchas y candelas encendidas en las
manos de los fieles.
Su fiesta se celebra, según el calendario o santoral
católico, el 2 de febrero en recuerdo al pasaje bíblico de
la Presentación del Niño Jesús en el Templo de Jerusalén
(Lc 2;22-39) y la purificación de la Virgen María después
del parto, para cumplir la prescripción de la Ley del Antiguo Testamento
(Lev 12;1-8).
La fiesta es conocida y celebrada con diversos nombres: la Presentación
del Señor, la Purificación de María, la fiesta de la
Luz y la fiesta de las Candelas; todos estos nombres expresan el significado
de la fiesta. Cristo la Luz del mundo presentada por su Madre en el Templo
viene a iluminar a todos como la vela o las candelas, de donde se deriva
el nombre de Candelaria.
Tras la aparición de la virgen en Canarias y a su identificación
iconográfica con este acontecimiento bíblico, la fiesta empezó
a celebrarse con un carácter mariano en el año 1497, cuando
el conquistador de Tenerife, Alonso Fernández de Lugo celebró
la primera Fiesta de Las Candelas (ya como Virgen María de La Candelaria),
coincidiendo con la Fiesta de la Purificación. Más tarde esta
advocación mariana y su fiesta sería llevada a varias naciones
americanas de mano de los emigrantes canarios.
En México,
el Día de la Candelaria se acostumbra que, quien obtuvo el niño
oculto en la rosca de reyes, haga una fiesta (tradicionalmente basada en
tamales y atole, ambos productos de maíz. Esta tradición tiene
raíces prehispánicas; en muchos pueblos los habitantes llevan
a la iglesia mazorcas para que sean bendecidas a fin de sembrar sus granos
en el ciclo agrícola que inicia, pues el 2 de febrero coincide con
el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca,
cuando se celebraba a algunos dioses tlaloques, según fray Bernardino
de Sahagún. En el centro de México se acostumbra vestir al
niño Dios del nacimiento navideño y llevarlo a oír misa,
después de lo cual, es colocado en un nicho donde permanecerá
el resto del año.
La festividad en honor a la Virgen de la Candelaria venerada
en el pueblo de La Candelaria, Coyoacán se ve distinguida por el colorido
de sus andas que se remontan a la época prehispánica. Elaboradas
con flores naturales sostenidas por una estructura de madera, son su mayor
vista de manera folklórica.
Así mismo los habitantes de esta zona, elaboran tapetes
de aserrín pintado, lo que marca un alto talento en el manejo de matea,
acompañada de salvas de cohetes, castillos multicolores, su tradicional
atolada (llamada así por la cantidad de atole de pinole, que es obsequiado
a toda la gente para mitigar el frío de la noche) pueblos vecinos
que al igual que las comparsas en Europa, realizan caravanas con imágenes
religiosas de los pueblos circunvecinos.
Otras localidades de México relacionadas con La Candelaria
son:
Tlacotalpan, Veracruz
La Candelaria, Campeche
Zumpango del Río, Guerrero
Tacubaya, ciudad de México
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