MILAGRO EUCARÍSTICO DE CANOSIO
Canosio es un pequeño
pueblo del valle de Maira, en la diócesis de Saluzzo. En 1630, la población
había perdido el fervor de la práctica religiosa a causa de
la difusión de la herejía calvinista. Algunos días después
de la fiesta del Cuerpo de Cristo, el río Maira se desbordó
por la abundancia de las lluvias. La furia de las aguas fue tan violenta
que arrastró consigo enormes rocas, desprendidas de las montañas,
que se dirigían hacia el valle y el pueblo.
Don Antonio Reinardi, párroco del pueblo, convocó
con las campanas a todos los ciudadanos para invitarles a pedir al Señor
para que cese el desborde. Propuso, además, hacer un voto: si el pueblo
de Canosio se salvaba de la furia devastadora del torrente, los habitantes
celebrarían perpetuamente, cada año, una fiesta en la octava
del Cuerpo de Cristo.
Don Rainardi tomó consigo el Santísimo Sacramento,
lo colocó en la custodia y se dirigió en procesión hacia
el torrente, acompañado por algunos fieles mientras cantaban el "Miserere".
Mientras impartía la bendición, las lluvias cesaron inmediatamente
y el nivel del torrente volvió a la normalidad.
Este episodio contribuyó a reavivar la fe de la población
de Canosio, que hasta hoy siguen cumpliendo el voto prometido. Lamentablemente,
muchos de los documentos que describían el Milagro, conservados hasta
el siglo XVII en los archivos parroquiales, fueron quemados durante la guerra
entre España y Francia. Sin embargo, existe la copia del informe realizado
por el párroco, que fue testigo en primera persona de los hechos.