MILAGRO EUCARÍSTICO DE VOLTERRA
1472
Entre las principales causas
que desencadenaron la inútil guerra de las Allumiere, concluida con
el saqueo de Volterra en 1472 por obra de las milicias del duque de Montefeltro,
estaban sobretodo los contrastes entre las diversas clases sociales y los
intereses personales de Lorenzo de Medici. Siendo absorbida al estado florentino,
Volterra fue expuesta a un duro trato que provocó la emigración
de muchas familias de buena posición que tuvieron que vender los propios
bienes a bajo costo para no quedarse en la miseria.
Fue en este escenario histórico que en 1472, se verificó
nuestro Milagro Eucarístico. En los archivos de la iglesia de San
Francisco se conserva la relación escrita del Fraile Biagio Lisci,
quien fue testigo directo, y por tanto, uno de los testimonios más
creíbles del Prodigio. Existen también algunos actos municipales
conservados en la biblioteca municipal de Volterra. Un soldado florentino
entró en la iglesia Catedral, tomó numerosos objetos sagrados
y luego se dirigió directamente al tabernáculo para robar la
píxide que contenía Hostias consagradas. Saliendo de la iglesia,
por un ímpetu de fortísimo odio hacia Jesús Eucaristía,
arrojó la píxide contra una de las paredes externas de la Iglesia.
De la píxide se elevaron todas las Hostias como sostenidas por una
mano invisible, irradiando una intensa luz. El soldado cayó sobrecogido
por el terror y arrepentido comenzó a llorar. Fueron muchos los testigos
que estuvieron presentes en el momento del Prodigio.